miércoles, 9 de marzo de 2011

Kate Moss Machine, de Christian Salmon

Análisis de la figura de la modelo Kate Moss en el capitalismo contemporáneo:
de la rebeldía a la normalización de la transgresión. ¿Por qué Kate Moss? ¿Qué valores representa en esta época? ¿Por qué es un icono del capitalismo actual? ¿Cómo influye la moda en la construcción de la realidad? Tomando como eje la figura vertebradora de Kate Moss, Christian Salmon, autor de Storytelling, desvela la falsedad de la realidad.

Después de Storytelling, Christian Salmon sigue desvelando el «nuevo orden narrativo» tomando como referente la figura de la enigmática Kate Moss, la célebre modelo trash de la era Internet. Con su cuerpo delgado y cambiante, Moss encarna el mito que se reinventa cada día, capaz de sorprender con diferentes apariencias. ¿Qué nos dice el ideal Moss? La respuesta es inquietante. En la sociedad del siglo XXI, somos estrategas de nosotros mismos, seres humanos condenados a hacer uso de nuestras capacidades y afectos (coaching, new look) con el fin de dar la mejor imagen de nosotros mismos. En esta lógica exclusiva, todos somos modelos inglesas…
«Kate Moss no representa una deriva del sistema, sino su ideal tipo. Es la rebelde integrada. El
exceso asumido. No es la transgresión de los códigos; es un nuevo y contradictorio código que
hace de esta transgresión una norma social» (Christian Salmon).
«En Storytelling, Salmón nos alentaba a ‘desenfocar’, ver sin mirar. Después de leer Kate Moss
Machine, siento que la actitud debe ser similar ya que la crisis del neoliberalismo no cambiará la
formulación de los relatos» (Miguel Roig, Director Creativo Ejecutivo de Saatchi & Saatchi).



[foto de la noticia]
CHRISTIAN SALMON escritor y miembro del Centro de Investigaciones sobre las Artes y el Lenguaje (CNRS), ha sido fundador y animador, entre 1993 y 2005, del Parlamento Internacional de Escritores y creador la revista Autodafé. Entre sus obras figuran Tumba de la ficción (Anagrama, 2001), Devenir minoritaire. Pour una politique de la littérature (2003) y Verbicide (2007). Colaborador de
diferentes periódicos y revistas, desde 2008 escribe una crónica semanal en Le Monde. Storytelling La máquina de fabricar historias y formatear las mentes (Península, 2007, 4ª edición) le consagró como uno de los analistas más incisivos de la sociedad contemporánea.
«La moda, como cualquier religión, necesita signos del más allá cuando la fe se debilita. Las huellas
de pasos de los ángeles en las pasarelas desiertas no bastan. No más que los velos transparentes con
los que le gusta envolver a sus modelos. Para no perder la fe, necesita milagros. Le dedica mucho
dinero y energía. Y llama a la técnica en su auxilio si necesario. A menudo se le reprocha al mundo de
la moda su “materialismo” o su superficialidad. Es un contrasentido. La moda es una mística, es la
última religión. Busca fieles y no espectadores, y menos aún consumidores».
«El shopping es un ritual, mucho más que un simple acto de compra, una celebración: se va de
shopping como se va a misa. La moda erige templos intermitentes, catedrales de estrás y de luz.
Proust lo entendió bien, comparaba su obra con un vestido más que con una catedral: los vestidos son
las catedrales de la moda, los desfiles son sus procesiones».
«Kate Moss es un auténtico acelerador de experiencia y es la razón por la cual su influencia perdura a
lo largo de los años 1990 y 2000. Durante los años 1990, ha vivido nada menos que tres mudas
sucesivas: de la chiquilla grunge fotografiada por Corinne Day a la “Lolita” de John Galliano
“perseguida por los lobos”, accede finalmente al estatus de marca global portadora de un relato de
cambio permanente. Su secreto no reside ni en la psicología ni en los encuentros fortuitos y las
sucesiones de casualidades que apasionan a la leyenda» (Christian Salmon).



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