Joan Smalls, una recien llegada pero con un pasado y presente reseñable y sobre todo, un futuro más que prometedor.
Sus rasgos caribeños no pasan desapercibidos, latentes incluso al desfilar, demostrando un carácter y actitud sobre la pasarela no muy habitual al del resto de modelos que solemos ver habitualmente.
Sus rasgos caribeños no pasan desapercibidos, latentes incluso al desfilar, demostrando un carácter y actitud sobre la pasarela no muy habitual al del resto de modelos que solemos ver habitualmente.
Puertoriqueña de nacimiento, su nombre real es Joan Rodriguez pero profesionalmente utiliza el apellido de casada, Smalls, desde que diera el salto a la profesionalidad. Un salto al mundo profesional que le llegaría en el 2007 cuando tenía 19 años, recordemos que en la actualidad tiene 22.
Tras varios trabajos como modelo en Puerto Rico que pasaron con más pena que gloria, recibe la llamada de la agencia Elite para trabajar en Nueva York. No se lo piensa dos veces y se va junto con su tía a vivir a la gran manzana.
Muy pronto le llegaría su debut sobre la pasarela, ese mismo año 2007 debuta en la NYFW para firmas como Port 1961 o Tony Burch que eligió a Joan Smalls para abrir el desfile. No eran firmas de primer nivel pero sí que le valieron para darse a conocer, de hecho ese mismo año tendría sobre la mesa sus primeras campañas: el catálogo de Nordstrom y la campaña de Liz Claiborne.
Sus rasgos no pasaron desapercibidos en un momento en que la pasarela se encontraba (y se encuentra) colapsada por modelos cortadas siempre por el mismo patrón. Su presencia era considerada un soplo de aire fresco y muy pronto empezaría a contar para más diseñadores.
De esta forma, durante el 2008 la veríamos desfilar para diseñadores de la talla de Oscar de la Renta, Diane von Furstenberg o Vivianne Westwood, una carrera que progresivamente iba mejorando con más y mejores trabajos pero aún le quedaba bastante para convertirse en toda una newcorner. Eso sí, llegaría a tener una aparición estelar en un vídeoclip de Ricky Martin y también su primera portada, concretamente para la revista americana Bond.
El espaldarazo definitivo le llegaría un año más tarde, en el 2009, cambio de agencia incluido, pasando de Elite a IMG. El gran artífice de ese cambio de rumbo fue Riccardo Tisci que apuesta por Joan Smalls para el desfile de Alta Costura de Givenchy. Nuesta protagonista era prácticamente una desconocida para el gran público por aquel entonces pero cumplió con creces.
Y es que el director creativo de Givenchy tiene buen ojo sin duda para encontrar nuevos talentos, no olvidemos que fue valedor y casi padre sobre la pasarela de modelos como Lara Stone, o Maria Carla Boscono cuando nadie daba un duro por ellas.
A partir de ese desfile su popularidad subió como la espuma, de hecho, en el 2010 pasaría de hacer diez desfiles por temporada a llegar a hacer más de cuarenta, desfilando para primerísimas firmas como Prada, Burberry, Valentino, Yves Saint Laurent y un largo etcétera y por supuesto haciendo campañas importantes como las de Gucci y Givenchy (como no podía ser de otra forma). Sin duda se había convertido en una de las newcornes más importantes del 2010.
Joan Smalls repite presencia en los desfiles más importantes e incluso cerrando shows como el de Gaultier o Dior. Si a eso le sumamos que rara es la editorial donde no aparezca fotografiada por los más prestigiosos fotógrafos de moda, sin duda podemos estar hablando de una de las principales modelos negras de la actualidad, aunque todavía le falte una portada en una publicación importante.
Por cierto para este 2011 ya tiene cuatro campañas seguras como las de Gucci, Stella McCartney y Cavalli, además de ser próxima imagen de Estée Lauder para este próximo verano.
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