Dia 1 y 2 de la semana de la moda de Madrid:
Buscando un momento de paz, en este sitio de locos, me dispongo a contaros un poco los cotilleos, las cosas pequeñas y en fin, lo que no vemos en la tele pero lo que es el día a día de la Cibeles Madrid Fashion Week. Porque no nos engañemos, una cosa es lo que veos en las revistas y otra muy diferente lo que se vive "in situ". Ni mejor, ni peor, diferente.
Llega el primer día y lo afrontas emocionada, porque han pasado cinco meses desde la última edición, porque tienes ganas de pasarela y por un montón de cosas más. Total, que lo primero que piensas es en qué te pones, Eliges modelito, te pones monísima y allá vas. Primera lección, da igual lo que te pongas, siempre habrá alguien que supere para bien y para mal :D. Porque en lo que a modelitos se refiere... ejem, esto es un circo. Seguro que esto ya os lo habrán dicho o lo habréis leído en algún sitio, pero es que es una verdad universal. Si quieres saber que ponerte, debes venir a Cibeles. Y si quieres saber que NO ponerte, también. La primera vez que vine, pensé que debía haber gente que en su armario tiene ropa para venir a Cibeles, porque en la calle yo no me encuentro casi nunca con gente así. Ahora creo que debe ser otra cosa, seguro que hay algún espabilado que ha montado una empresa que alquila ropa para venir aquí. (Si no existe, emprendedores del mundo: ahí hay un nicho de negocio brutal).
Bien, una vez disfrazados, perdón, vestidos, te presentas en ese maravilloso lugar que es el pabellón 14 de Cibeles. Es un lugar muy especial en el que no hace ni frío ni calor, no es de día ni de noche, no se come... pero o si, puedes beber café sin parar y esta edición comer barritas de Kellog's. Es una alimentación muy variada, porque las hay de chocolate negro, chocolate con leche y de naranja.
A pesar de que el primer desfile empezaba a las 12, a las 10,30h teníamos una cita que no podíamos perdernos, la inauguración del kissing room, ese lugar en el que todo el mundo bebe vodka (no por amor al vodka, sino porque lo patrocina Grey Goose y no hay otra cosa). La inauguración se debía a su cambio de decoración, que venía de la mano de Laura Vecino y su esposo. Tengo que decir que la remodelación ha sido elegante a la par que discreta. He tardado un día y medio en darme cuenta de que habían cambiado y, con un poco de ayuda me he dado cuanta de lo que era: ¡ya no ponen macarons! Ese dulce amado por unos y odiado por otros que ha llegado a inspirar hasta colecciones de moda.
Después de esto, una novedad: desayuno blogger en el "blogger space", que esta edición cambia de patrocinador y pasa a Las Rozas Village. ¿Qué por qué es una novedad? Porque como os he dicho arriba, lo de comer no es una práctica habitual en Cibeles. En la pasada edición, cuando Burguer King empezó a patrocinar El Ego, tenía alguna esperanza de que pusieran un stand con mini-hamburguesas, pero no les debió parecer glamouroso. Y en esta edición, después de ver a Carmen Lomana, con esa frase célebre en la tele: "A la parrilla, como me gusta", volví a pensar que a lo mejor la hamburguesa había adquirido un poco de caché, pero nada...
No se me puede olvidar otra novedad que me dejó pasmada. Por ahí hay algo parecido a una tómbola. No puedo hablar con propiedad porque no lo he visto de cerca, pero aseguro que me pasé todo el día escuchando a una mujer con un micrófono con un tono parecido a eso de "Y otro, y otro perrito piloto". Prometo investigar y contaros lo que es de verdad.
Y como novedad, en el stand de Las Rozas también hay talleres, en plan campamento. Ayer Mayte de la Iglesia enseñaba como hacer un blog de moda. Yo no asistí porque esa asignatura ya la había aprobado, pero aún sin haber recogido impresiones estoy segura de que mereció la pena aunque sólo sea por lo divertida que es ella.
Mañana os cuento más ;)
PD.- No tengo fotos acordes al contexto porque ayer tuve un problema con la cámara, así que como si fotos quedaba un poco soso, os pongo la de esta chica como haciéndose la sueca con gafas de sol.
Y como novedad, en el stand de Las Rozas también hay talleres, en plan campamento. Ayer Mayte de la Iglesia enseñaba como hacer un blog de moda. Yo no asistí porque esa asignatura ya la había aprobado, pero aún sin haber recogido impresiones estoy segura de que mereció la pena aunque sólo sea por lo divertida que es ella.
Mañana os cuento más ;)
PD.- No tengo fotos acordes al contexto porque ayer tuve un problema con la cámara, así que como si fotos quedaba un poco soso, os pongo la de esta chica como haciéndose la sueca con gafas de sol.
El segundo día siempre parece que se presenta algo más pausado, aunque debemos tener en cuenta que es sábado y los fines de semana en Cibeles son “complicados”. Entre semana el público es más reducido y eso ayuda, pero los fines de semana… Ay…
La pasarela del sábado continúa con diseñadores consagrados. Los primeros de la mañana, Victorio & Lucchino, con una propuesta muy flamenca, en su línea. Volantes e inspiración torera a base de flecos y encajes.
Colores muy oscuros en general. Priman los berenjenas y el negro.
Colores muy oscuros en general. Priman los berenjenas y el negro.
Hannibal Laguna, una vez más, viste de fiesta Cibeles con sus particulares divas. La primera parte del desfile ya la conocemos. Sigue en la línea de lo que ha presentado en las últimas colecciones de Cibeles, con su trilogía dedicada a la ciudad de Madrid. Continúa con sus habituales cortes y tejidos y los acompaña con zapatos imposibles que, sumados a las faldas tubo, hacen que llegar al final de la pasarela sea una tarea complicada para las modelos. Exceptuando a Godeliv, que yo creo que nació con tacones. Me parece impresionante que lleve lo que lleve, camine como si fuese con bailarinas.
Sin duda alguna, este es el desfile preferido de los fotógrafos, porque las fotos salen perfectas. Mientras en otros desfiles tienes que ir corriendo con el objetivo detrás de la modelo, este es casi una sesión de fotos con poses.
En mi opinión, la mejor pieza de la colección es este vestido, que además aporta alguna diferencia a lo que el diseñador nos tiene acostumbrados.
Llega la hora del desfile de Amaya Arzuaga y la pasarela bulle. No cabe un alfiler. Me deja admirada como se puede estirar el front row. Si es necesario, se colocan todos con un hombro fuera y otro dentro, como en este caso, pero todos en primera fila.
Con AA, su segunda línea, Amaya se ha mantenido fiel a su estilo, esta vez con una colección muy ponible y muy juvenil. Prendas cortas en tonos planos con pinceladas de colores como el fucsia o el verde.
Cuero y punto como tejidos estrella y volúmenes con un patronaje impecable y complicado.
¿Alguien dijo que en Cibeles no hay espectáculo? Eso es que nunca han estado en un desfile de Francis Montesinos. La imaginación de este hombre no tiene límites, tan pronto aparece Rafael Amargo bailando, como un coro rociero. En esta ocasión, los encargados de abrir el desfile fueron los niños del coro de la Escolanía del Recuerdo. A mi particularmente me dio un poco de miedo la puesta en escena, pero bueno.
Entre las modelos, muchas más españolas de las que suelen desfilar normalmente en la pasarela. Y entre ellos, imprescindible Jon Kortajarena y Nicolás Coronado, que se está convirtiendo en un habitual en los desfiles de Montesinos.
En el desfile, inspirado en el pintor Matt Lamb, hubo de todo, hasta un espectacular vestido de novia para terminar.
Y el último del día fue Roberto Torretta estuvo apoyado por muchos amigos en el front row, entre ellos Antonio Alcántara Imanol Arias (después de tantos años de Cuéntame, nunca podré dejar de llamarle Antonio) acompañado de su novia.
Fotos: Ernesto Soánez |
El diseñador nos trae una colección elegante de líneas y colores sobrios para el día y vestidos largos para la noche, en la que me quedo sin duda con la peletería.
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