No es extraño que haya niños y niñas modelos. De hecho, la mayoría de topmodels empezó su carrera siendo menor de edad. Y las firmas de moda deben anunciar de algún modo sus líneas infantiles. El problema es que a menudo marketing y sexo se confunden. Ha habido miles de fotografías que han causado críticas y algunas campañas hasta se han retirado por rozar una línea borrosa entre el anuncio y la pornografía. Hace unos meses, un número de Vogue París fue de lo más criticado porque empleó a niñas para sus editoriales de moda:
La protagonista de estas imágenes era una niña francesa de diez años llamada Thylane Blondeau que, a su corta edad, ya tiene una carrera apoteósica a sus espaldas. Hasta ha protagonizado una portada de Vogue niños. Con una foto mucho más adecuada para su edad:
¿Por qué os hablo de ella ahora? Pues porque últimamente se la menciona mucho en internet. La chica llama la atención por su belleza, que es incuestionable, pero parecen olvidar que están hablando de una niña de 10 años. ¿Hasta dónde llegará nuestro culto a la juventud?
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