La acción del hombre no es necesaria para crear una nueva crisis pero sí para hacerla menos grave.
Las cifras oficiales no paran de crecer: 3.373 muertos, 6.746 desaparecidos y 25.000 rescatados, la mayoría de estos últimos cerca de las centrales nucleares dañadas por el temblor, según la agencia local Kyodo. Sin embargo, las autoridades temen que el número de fallecidos llegue a 10.000, y que las cifras de desaparecidos y rescatados se vayan multiplicando con el paso de los días.
Y más de medio millón de personas tuvo que ser evacuado de la zona afectada por el sismo, el más fuerte registrado en Japón desde que se llevan registros.
Un trabajador de los equipos de socorro dijo que la devastación en el pueblo de Minamisanriku, en el noreste del país, era total, y describió un paisaje de escombros.
Reportes indican que en esa zona la gente aún no tiene acceso a comida, combustible o agua.
Los países del G-8 están dispuestos a aportar "cualquier ayuda posible para responder a las consecuencias del desastre" que afronta Japón tras el terremoto y tsunami del viernes, mientras el canciller francés, Alain Juppe, dijo que el riesgo nuclear es "extremadamente grave".
Los países del G-8, en el documento de la reunión iniciada ayer en París, se manifestaron "preparados para aportar a Japón cualquier ayuda posible para responder a las consecuencias del desastre" provocado por el terremoto y tsunami.
Los ochos países -Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá, Japón y Rusia- expresaron en el mismo documento su "plena confianza en la capacidad de Tokio de resolver esta crisis" y destacaron el "coraje y dignidad" del pueblo japonés.
"Los países del G-8 continuarán monitoreando la situación de cerca y están preparados para actuar en apoyo de Japón, también a través de la Agencia Internacional de Energía Atómica", manifestaron en el mismo documento.
Por su parte, Juppé dijo a la emisora Europe 1, tras el encuentro que mantuvo con su colega japonés, Takeaki Matsumoto, que "la situación es extremadamente grave", en referencia al riesgo nuclear
Un total de 91 países le han ofrecido ayuda a Japón tras el terremoto de 9 grados en la escala de Richter, y el posterior tsunami, que afectaron al país el viernes pasado, 11 de Marzo.
La ayuda ofrecida incluye desde sábanas hasta aviones militares de transporte, pasando por perros especialmente entrenados para buscar sobrevivientes entre los escombros.Las cifras oficiales no paran de crecer: 3.373 muertos, 6.746 desaparecidos y 25.000 rescatados, la mayoría de estos últimos cerca de las centrales nucleares dañadas por el temblor, según la agencia local Kyodo. Sin embargo, las autoridades temen que el número de fallecidos llegue a 10.000, y que las cifras de desaparecidos y rescatados se vayan multiplicando con el paso de los días.
Y más de medio millón de personas tuvo que ser evacuado de la zona afectada por el sismo, el más fuerte registrado en Japón desde que se llevan registros.
Un trabajador de los equipos de socorro dijo que la devastación en el pueblo de Minamisanriku, en el noreste del país, era total, y describió un paisaje de escombros.
Reportes indican que en esa zona la gente aún no tiene acceso a comida, combustible o agua.
Los países del G-8 están dispuestos a aportar "cualquier ayuda posible para responder a las consecuencias del desastre" que afronta Japón tras el terremoto y tsunami del viernes, mientras el canciller francés, Alain Juppe, dijo que el riesgo nuclear es "extremadamente grave".
Los países del G-8, en el documento de la reunión iniciada ayer en París, se manifestaron "preparados para aportar a Japón cualquier ayuda posible para responder a las consecuencias del desastre" provocado por el terremoto y tsunami.
Los ochos países -Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá, Japón y Rusia- expresaron en el mismo documento su "plena confianza en la capacidad de Tokio de resolver esta crisis" y destacaron el "coraje y dignidad" del pueblo japonés.
"Los países del G-8 continuarán monitoreando la situación de cerca y están preparados para actuar en apoyo de Japón, también a través de la Agencia Internacional de Energía Atómica", manifestaron en el mismo documento.
Por su parte, Juppé dijo a la emisora Europe 1, tras el encuentro que mantuvo con su colega japonés, Takeaki Matsumoto, que "la situación es extremadamente grave", en referencia al riesgo nuclear
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