Falling On The Catwalk: Los vestidos absorven el color de la alfombra en los Oscars

No es el color más original, pero sí uno de los más efectivos. La presentadora de la gala, Anne Hathaway, eligió un vestido de otoño 2002 de Valentino para entrar del brazo del diseñador retirado desde 2007. Sandra Bullock (de Vera Wang) y Jennifer Lawrence (de Calvin Klein Collection) también optaron por confundirse con la alfombra. Jennifer Hudson, en un tono más naranja, lució su nueva silueta con un traje de Versace.

Cate Blanchett se quedó con uno de los vestidos más bonitos de esta temporada. Se llama Tao y era la última pieza de la colección de alta costura para esta primavera/verano de Ricardo Tisci para Givenchy. Compartía color lavanda y oficio con uno más conservador, el diseño de Elie Saab que se puso Mila Kunis. Una de las elecciones más esperadas de la noche era la de Natalie Portman. La actriz, embarazada, optó por un Rodarte color berenjena. Scarlett Johansson fue fiel a Dolce & Gabbana con un diseño de encaje en varios tonos de púrpura

John Galliano, suspendido de su cargo en Dior hasta que se resuelva una acusación por asalto e insultos racistas contra él, tuvo ayer por fin una buena noticia. A diferencia de Natalie Portman, Sharon Stone sí fue fiel a la marca que anuncia. Además, Nicole Kidman eligió un vestido de alta costura de Dior porque le gustó "su estructura". Como ellas, Reese Whiterspoon (Armani Privé) y Michelle Williams (Chanel) optaron por blanco y negro de alta costura

Esta es la noche en la que toda estrella quiere brillar. Algunas, literalmente. Amy Adams se atrevió a cubrirse el escote con un vestido de L'Wren Scott y un apabullante collar de Cartier. Hillary Swank combinó plumas y destellos en un diseño de Frida Giannini para Gucci Premiere, la línea a medida de la firma italiana. Más minimalista estuvo en su acercamiento a la cuestión Gwyneth Paltrow. De Calvin Klein Collection parecía una flecha metálica.

Vestidos que juegan a vestir y desnudar a la vez. Tonos maquillaje, más o menos cubiertos de pedrería, son otra opción clásica de esta clase de eventos. Las diseñadoras de Marchesa utilizaron esa fórmula para vestir a edades y cuerpos tan distintos como los de Halle Berry y Hailee Steinfeld. Many Moore, que actuó en la gala, repitió con la diseñadora que hizo su vestido de boda, Monique L'huiller.

La maternidad (reciente y futura) une a dos de las mujeres que más expectación previa despertaban por sus atuendos. La primera en llegar fue Penélope Cruz, de 36 años, y lo hizo de la mano de su marido, Javier Bardem. Un mes después de dar a luz a su primer hijo, la actriz eligió un escotado vestido granate de L'Wren Scott. Los grandes vuelos y escotes palabra de honor de ediciones anteriores -Versace (2007), Balmain (2009) o Donna Karan (2010)- fueron sustituidos por una línea ajustada y sencilla. Lo completó con joyas de Chopard y una melena más natural que en otras ocasiones.