viernes, 14 de enero de 2011

De nada

 La mujer es protagonista en la moda, por encima del hombre, desde varios puntos de vista: hay más empresas de moda femenina que masculina, más diseñadores especializados en este género y más gasto, en definitiva, en estas prendas, que el que se produce para la compra de artículos para el hombre. También es protagonista en los descuentos que se ofrecen en los escaparates.
Prendas de mujer en el escaparate de una tienda.
El INE tiene encuenta para el cálculo del IPC que la ropa de mujer representa el 3,2% del gasto familiar, frente al 2,4% de la ropa masculina
Esta diferencia queda reflejada en los cálculos que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la evolución de los precios, de modo que las prendas de vestir para mujer tienen mayor importancia que el resto para el cálculo del Índice de Precios al Consumo (IPC). En concreto, se estima que las prendas de mujer representan el 3,2% del gasto medio de una familia tipo en España, frente al 2,4% de la ropa masculina, por lo que pondera de esta forma a la hora de estimar la evolución global de los precios.

Y la moda femenina es, precisamente, la que ha presentado durante los últimos años un comportamiento más moderado en los precios, contribuyendo de forma más significativa que el resto al periodo de deflación que se produjo en el sector entre enero de 2009 y septiembre de 2010.

En octubre, un año después que el conjunto de productos de consumo, la moda dejó atrás la caída de precios al aumentar un 0,3% interanual, pero las etiquetas de las prendas para mujer mantuvieron los descensos hasta un mes más tarde, cuando subieron un moderado 0,2%. A la espera de que se conozcan los datos de cierre del ejercicio 2010, las prendas de mujer se mantienen de esta forma en última posición en lo que a subida de precios se refiere.

En el calzado femenino, que también tiene más peso que el masculino en la cesta de la compra de la familia española tipo (0,9% frente al 0,7% del gasto medio total), no se repite el mismo patrón en relación a los precios. Por el contrario, mientras el calzado de mujer volvió a las subidas el pasado mayo, el zapato de hombre tardó un mes más a salir de la deflación, y en noviembre los precios del calzado femenino aumentaron un 2%, frente al 0,5% de subida del masculino.

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