Aunque la llama de su marcha todavía  sigue viva -que si Tom Ford ha demesntido que Roifeld haya dejado la cabecera  para colaborar con él, que si ha sido despedida por el turbio  editorial de las niñas jugando a ser fulanillas- el sello de Carine sigue  empapando Vogue Paris y sus portadas -hasta mayo no saldrá el  primer número totalmente dirigido por Emmanuelle  Alt- y para este febrero en tránsito, es  Lara Stone quién da la cara, recordándole al prójimo quién  dirige sin posición de mando.
Con un total look de Gucci Primavera/Verano  2011 y reivindicando su reinado, mientras Roitfeld, en páginas interiores,  nos deja en herencia perlas como este maravilloso y colorista editorial  fotografiado por Mario Sorrenti: 
 
 
 
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